Segunda columna en La Canción del País del compositor Ezequiel Diz.
Todas las canciones que conocemos se encuentran en tonalidades Mayores o Menores. A las primeras las "sentimos" como relajadas y tranquilas, mientras que las segundas aparecen como tristes o dramáticas. Por fuera de este genérico empaquetamiento cada una de estas opciones posee todo un colorido de acordes variado y abundante, imprimiéndose en cada oyente de manera personal.
En esta columna hablamos de la modulación modal, es decir del traspaso de un modo (Mayor y/o Menor) hacia el otro, que se puede dar de manera abrupta o gradual. Esta técnica aplicada habitualmente en las canciones, se empezó a utilizar fuertemente en el periodo barroco (S. XVII). Luego, con la evolución de la música a lo largo de la historia nunca dejo de complejizarse, hasta llegar al siglo XIX.
Por otro lado tenemos la modulación tonal, que consiste en cambiar de tonalidad sin cambiar de modo, vale decir, un cambio en el registro, sea para los agudos como para los graves. La posibilidad de aplicar estos cambios estuvo muy vinculada con la tecnología de la época: el mejoramiento de los instrumentos y su afinación.
También ocurren combinaciones de ambas posibilidades, cuando la modulación incluye un cambio de modalidad y tonalidad. En esta oportunidad vamos a centrarnos en la modulación que incluye solamente el cambio de modo. Y para ejemplificar escuchamos tres hermosas canciones: Soledad por Carlos Gardel, Mi Ruiseñor por Silvia Pérez Cruz y Desarma y Sangra por Serú Girán.
Algunos comentarios de Ezequiel Diz en esta columna
«Estamos hablando de cosas que todo el mundo tiene en la oreja, y que acá lo vamos a conceptualizar. Le estamos poniendo nombre a cosas que todo el mundo ha escuchado, solo que no se da cuenta».
«Quién no estuvo en una peña y escuchó al cantante decirle al guitarrista “pará que no me queda el tono, dame un tono más abajo, o un tono más arriba. Eso significa transportar el tono hacia lo más agudo o más grave».
«La modulación es el proceso de mutación entre un tono y otro, la modulación pude ser abrupta gradual. En términos académicos se trata de que sea un paso gradual, en las canciones de la música popular por lo general se usa de modo abrupto. Modular sería la bajar por el ascensor, o que te tiren por el balcón».
«Toda la muisca comercial que tiene por objeto vender está en modo mayor».
«Esta sensación de que el modo menor es triste y el modo mayo es alegre es una construcción cultural y de algún modo es pensarlo en blanco y negro, pero estamos en la era del HD, así que imagínense todos los colores que hay. Aunque es verdad que el modo menor es más dramático. Pero por ejemplo El Claro de luna de Beethoven, que quien lo escucha dice “qué triste que es”. Esa obra no tiene nada de triste, lo que tiene es una profundidad increíble sobre la esencia del ser humano que logró Beethoven, de algún modo decir que eso es triste es pensar en blanco y negro».
+ Escuchá su columna sobre "El contrapunto en la música popular argentina" acá.