Entrevista
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Por Gala Décima Kozameh
Si hay algo que tiene Rosario y de muy buena calidad, es su escena de música electrónica. Gestada en los primeros años del retorno a la democracia de la mano de distintos boliches y discotecas, la identidad local del género fue consolidándose gracias a los curiosos que, como podían, fueron trayendo discos de música house a las disquerías de la ciudad. Desde ese momento, DJs, productores y gestores moldearon un segmento de la cultura y la escena nocturna que hoy tiene reconocimiento mundial.
La oferta electrónica del presente en Rosario se instaló entre las mejores del país: con fiestas en distintos bares y discotecas cada fin de semana, atrae a gran cantidad de aficionados de toda la región. Incluso sus producciones masivas están a la altura de las que puedan realizarse en Buenos Aires o Córdoba, con la llegada constante de artistas internacionales y grandes puestas de escena.
El trabajo para lograrlo no fue fácil, hubo que vencer varios prejuicios, algunos vinculados a la creencia errada de que la música electrónica está intrínsecamente ligada al consumo de estupefacientes, así como también batallar contra los problemas recurrentes que la ciudad tiene en materia de cultura y nocturnidad: la dificultad para abrir locales, las clausuras, las limitaciones de horario y algunas políticas restrictivas que complican la existencia y desarrollo de la cultura local más que alentarla.
La trayectoria de más de treinta y cinco años de la escena musical electrónica está reflejada en la miniserie documental Rosario Sonora, cuyo primer capítulo ya está disponible en YouTube y dura 15 minutos. Con la dirección de Josefina Gordillo y el DJ Mariano Marcial Pérez, la producción audiovisual busca llegar a cuatro capítulos y hacer un repaso del género desde los orígenes hasta la actualidad.
Los protagonistas que aparecen en el documental lograron, no sólo destacarse en la escena rosarina, sino hacerse de un nombre en el país y el mundo. Todos han girado por el planeta unas cuantas veces tocando su música. Ya en el primer episodio, ―sobre los orígenes de los sonidos house en la ciudad―, aparecen entrevistados los djs Tomás Caturla, Franco Cinelli, Martín Bonansea, y el dueño de la extinta Disquería Elements Luciano D’Amelio, entre otros.
El género de música electrónica tiene, como todos los demás, muchos subgéneros: entre esos se encuentran el techno, el house, el minimal y el progressive. En Rosario el estilo predilecto es el house. En los 80s, los discos que se conseguían en el país eran de ese estilo y tanto los disqueros como los DJs locales fueron escuchando esos sonidos hasta que se volvieron su propio ADN.
Los realizadores de Rosario Sonora, Josefina y Mariano, se conocieron hace algunos años a través de MOD @mod.movement, una agrupación de reducción de daños que formó Josefina y que apunta a transmitir información, generar concientización y promulgar un consumo responsable de sustancias. Luego nació la primera asociación civil de música electrónica del país, AMEC @amecrosario, que a su vez tiene como objetivo potenciar y desarrollar este estilo en todos sus formas. Fue a partir de la fundación de AMEC que Mariano y Josefina empezaron un torbellino de ideas para ver cómo darle difusión a su proyecto. En esas conversaciones se dieron cuenta que no existía ninguna pieza audiovisual que presentara la historia del género en la ciudad. Se contactaron con la productora audiovisual Fango Films y a través de la recaudación de fondos por medio de programas de incentivo, pusieron en marcha el rodaje.
Rosario Sonora cuenta tambien con un importante material de archivo de las primeras fiestas electrónicas. Los relatos y anécdotas de los entrevistados se apoyan en fotografías y viejos videos en formato VHS de aquellas noches de principios de los 90s en el Bar del Mar; El Reino y la discoteca Contrabando: “Mucho del material lo aportó el fotógrafo Luis Vignoli, que era el más relevante de esa época. También los mismos dueños de los boliches aportaron su archivo”, explica Mariano Marcial Pérez. Además el equipo de realización seleccionó con creatividad los escenarios para las entrevistas: lugares como el bar house Feuer y los subsuelos de los galpones junto al río, entre otros espacios.
Rosario Sonora es una pieza necesaria para entender la evolución de una escena que la peleó desde los comienzos y que aún busca ser reconocida. Si bien el consumo del género y su cultura por parte del público es valorable, Mariano Marcial Pérez opina que se necesita atención del Estado: “Siempre fuimos como los marginales. Al día de hoy no hay un empuje del municipio para que el género tenga más desarrollo. Siempre que hay algún evento cultural de la Municipalidad hay de todo menos electrónica”, comenta.
Por otro lado, Mariano destaca a la nueva generación de jóvenes que valora a los referentes y apoya la escena local. Eso se vio en la última edición de la fiesta Parallel en el Centro de Convenciones City Center: “Siento mucha satisfacción cuando voy a tocar a una fiesta y veo que el rango etario es súper amplio. Se ven jóvenes que están incursionando junto a la gente que nos viene apoyando desde el principio. En este caso era una fiesta muy rosarina, con DJS como Franco Cinelli, Jorge Savoretti, Facundo Herranz y yo. Se sintió el apoyo y fue muy lindo poder ofrecerle a la gente un evento de calidad, que no es una fecha internacional carísima”.
La presentación del primer episodio de Rosario Sonora se realizó en cine El Cairo hace algunas semanas y a sala llena, y desde hace pocos días se encuentra disponible en YouTube. Los tres capítulos restantes aún están en etapa de producción. Mariano pone el énfasis en lo difícil que es contar con los fondos para poder terminar el proyecto. El DJ insiste en que es fundamental el apoyo y la difusión de la gente para que el documental no solo se termine, sino que tenga el alcance necesario en todo el país y la región. “Lo subtitulamos completo al inglés para que también pueda verse en otros países”, cuenta Mariano.
