OTRO RÍO: NO VAS A BAÑARTE DOS AÑOS EN LAS MISMAS AGUAS

Otro Río es un festival de rock, pop, folk y electrónica independiente que se realiza en Rosario desde 2013 con la particularidad de que, además de hacer pasar por su escenario a una buena cantidad de músicos emergentes de la escena indie nacional, cruza en un mismo lugar sellos discográficos de distintos puntos del país. La tercera edición tendrá recitales de Diosque (foto, Tucumán), Niño Elefante (La Plata), Victimas del Vaciamiento, Aguas Tónicas, Chimo, Prima Limón y Mi Nave (Rosario), Francisca y los exploradores (Córdoba), LuzParis (Mar del Plata), La Gran Pérdida de Energia (Villa Langostura) entre otros, y la charla-debate "Autogestión editorial en los márgenes del rock".

Doble o triple mérito para la troupe del joven sello rosarino Polvo Boreau, que son ellos quienes se encargan de la curaduría y están detrás de todo esto. 

Por un lado, lograron generar un espacio que aglutina a buena parte de la producción autogestiva de indie rosarino; distintos proyectos particularmente fructíferos que, si bien no puede decirse que permanecieran atomizados, no contaban con un espacio de intercambio y visibilidad como este.

Por otra parte, le dieron entidad física en Rosario –un escenario al lado del Paraná– a los intercambios virtuales que se venían produciendo entre sellos discográficos desparramados por todo el país. Esto –en parte consecuencia de un proceso natural punteado por internet, pero en gran medida conscientemente incentivado por la curaduría del festival– consolida una red de amistades, colaboraciones, coediciones, etc. que exceden el limite local que un tiempo atrás parecía el único horizonte posible para estas bandas (más allá del mercado oriental...).

Y en tercer lugar, but not least, a la vista la programación de tres Otros Ríos, ya podemos aventurarnos a pensar que el hecho de correr sistemáticamente la producción musical de la ciudad de Buenos Aires del lugar de centralidad que se le suele atribuir responde más a un criterio curatorial que a algún límite presupuestario, como alguien podría haber supuesto en la primera edición.

El que fue a los festivales no tiene más que hacer un poquito de memoria para acordarse de que por los escenarios de Otro Río pasaron bandas de Santa Fe, Carcarañá, Córdoba, Mendoza, Tucumán... y, cuántas de capital? Que quede claro, los sellos porteños, varios de ellos referencias insoslayables, no están relegados del encuentro, pero al parecer los organizadores eligen dar mayor visibilidad a 'músicos del interior' (con todo lo cursi del doble sentido).

Podemos escuchar en Rosario, entonces, mezclados con referentes locales, a representantes de distintas provincias, en general de los grandes centros urbanos capitales, y hacernos a la idea de un panorama ecléctico del indie argentino, disperso por todo el territorio, más a la manera en que nos imaginamos a lo lejos la movida norteamericana vía allmusic.com: como hay una escena de Seattle, una escena de Quebec, una de NYC; que podamos hablar cada vez más de una escena de Tucumán, una de Paraná, una de Rosario.

Como en cualquier evento que se renueva año a año, a contrapelo cronológico, lo que venga va a incidir en la lectura de lo que ya fue. Veremos cómo crece este ser que con tres años ya camina solo. Más adelante vendrán balances más pormenorizados. Por lo pronto, Valentín Prieto dice: "un festival no es solamente mover la patita y tomar cerveza mientras escuchás una banda". Otro Río parece basarse en esta idea. Un festival no es solamente eso.