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Los discos editados en Rosario en 2023
Por Gabriel Plaza
Tres discos nuevos de artistas argentinas salidos en 2023. Material Urgente de Luciana Jury junto a Milagros Caliva, Tiempo al sol de Noelia Recalde y Lxs Infernales (Del Valle Encantado) de Feli Colina.
LUCIANA JURY Y MILAGROS CALIVA - Material Urgente (Aqcua Records)
Algo sucede cuando Luciana Jury sale de la matriz solista, la mujer sola con la guitarra y con la voz (en su caso podrían ser compañías suficientes), para formar duplas con otros artistas. Pasó con Gabo Ferro, cuando hicieron juntos el disco El veneno de los milagros, un trabajo que de alguna manera superó en belleza estética todo lo anterior y terminó de cerrar toda una forma de expresar lo telúrico y lo onírico, capaz de volverse verbo carne con su voz.
Pasa ahora nuevamente en el disco Material Urgente realizado con la bandoneonista Milagros Caliva, donde esa voz de trueno, ese susurro ahogado de plegaria desesperada, esa ferocidad y esa dulzura de lo antiguo y lo criollo, los rituales ancestrales que sus fraseos convocan, junto con el sonido del fueye despliegan un patio de tierra infinito.
Hay dos instrumentos en diálogo -la voz de Luciana Jury y el bandoneón de Milagros Caliva- que unen las puntas de un mismo lazo conceptual. La bandoneonista parece acostumbrada a las voces poderosas y con mucha personalidad -es compañera de la cantora Nadia Larcher en Don Olimpio-, y sabe cómo calibrar el sonido intimista, las variaciones con su mano derecha y las atmósferas que propone con los acordes de su mano izquierda, que le dan la suficiente presencia al instrumento, en esa conversación entre letra y música.
Hay, también algo descarnado y crudo, la desnudez que propone lo espontáneo, el imprevisto, la sorpresa, la creación en el momento, lo repentino, el salto al vacío de la toma directa. Esa sensación predomina en cada una de las diez canciones, donde al dúo va tejiendo esa conversación musical como en una guitarreada. A veces invocan el espíritu del nuevo cancionero en la zamba “Canción de lejos” de Armando Tejada Gómez y César Isella, exhuman motivos populares y andinos en “Ay paloma”, estremecen con el corazón litoraleño de “El cielo del albañil”, y deslizan un guiño al dúo del Polaco Goyeneche y Nestor Marconi en la versión de “Sur”. Incluso pueden reivindicar una canción popular de los sesenta como “Libre, solterita y sin nadie”, de Leo Dan y Dino Ramos.
El dúo nació para versionar este repertorio. Luciana Jury es como una china indomable y libre cabalgando con su voz bajo una noche de luna llena. Milagros Caliva, es la compañera ideal de esa aventura hacia un territorio emocional, un viaje a la memoria de un país traducido en canciones.
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NOELIA RECALDE - Tiempo al sol (Independiente)
La música de Noelia Recalde tiene un ritmo cardíaco y natural. La artista entrerriana debutó como solista con el EP acústico Palabra (2018), en un acto introspectivo de voz y guitarra. Luego pasó al estadío de una banda más eléctrica, histriónica y con una energía que la sacaba de ese refugio íntimo de la canción en su álbum Mi propia casa (2021). Ahora, regresa al nido acústico en su nuevo EP Tiempo al sol.
Dieciseis minutos de música, seis canciones, que encienden un pequeño ritual, un baño de luz musical, para poner un stop, elevar la frecuencia, en tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos de todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos, como decía Páez, donde ya no hay posibilidad de concentración. Noelia Recalde hace flamear la bandera blanca mientras pule el brillo al corazón diamante de esas canciones, donde la afluencia de las música brasileña y uruguaya corren como un manantial interior, de la misma manera que puede aparecer un arpegio yupanquiano, o la tradición del folk-rock argentino.
Como una cancionista kamikaze, Recalde se lanza en picada hacia la esencia de las palabras y las imágenes, a la poética sencilla que habla de todos los días en “Todo el cielo”, o a la desnudez del comienzo de un acorde, una secuencia de notas, que da nacimiento a una suerte de trunca en “Beruti y Anchorena”. Puede sonar conmovedora y abiertamente confesional en temas como “Primavera sagrada”, con esos acordes que suenan al aire y dejan la música en suspenso. Mientras que en la balada “Aunque reste tiempo”, susurra al oído una carta de amor de una belleza prístina, como la cara b y luminosa de Joni Mitchel.
La voz de Noelia Recalde es una de las más originales del panorama actual. Su forma de frasear tiene un dejo tan natural como fluido. En “Oda Ñ” canta las palabras, enhebrándolas delicadamente como un tejido de mantilla, y en “El tiempo que tienes”, (lo que parece una cita oculta a Fernando Cabrera) los versos flotan sobre ese decir intimista y melancólico, como una suave brisa otoñal. Toda la atmósfera del disco, tiene un clima de austeridad, que busca lo esencial. Estas canciones son una manera de regresar a esa casa llamada música.
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FELI COLINA - Lxs Infernales. Del Valle Encantado (Geiser Discos)
La salteña Feli Colina parece haber encontrado en su nuevo proyecto Lxs Infernales toda esa intensidad y convergencia estética que une sus distintas búsquedas musicales: lo conceptual, la sensualidad, lo experimental de la electrónica, la psicodelia del folklore, la cultura pop, el sincretismo de lo religioso y las devociones populares.
Bajo este nuevo EP, donde su identidad solista parece diluirse en este colectivo imaginario que en su anterior disco definía a su banda acompañante, Lxs Infernales surgen como los discípulos de una religión adoradora tanto del Cuchi Leguizamón, Ariel Ramírez, Los Hermanos Abalos y Sandro, como de la Misa Criolla, los Orishas cubanos y el caudillo Martín Miguel de Güemes.
Sobre ese espacio simbólico y estético, -un esqueleto musical construido sobre la fuerza rítmica de la percusión, las bases electrónicas y las voces-, Feli Colina piensa esta identidad fluida de los géneros musicales que roza, desde un regionalismo crítico y moderno. Pero, también aparece su propia banda de sonido de la infancia y la adolescencia, el latido mudo de las siestas salteñas, atemperadas por las rupturas de canciones que suenan a lo lejos.
El disco tiene algo de fogón guitarrero y de rave. La irrupción del bombo legüero en 6x8, que tracciona la chacarera “Chakaymanta”, contrasta con la pulsión orgásmica de la versión de "Trigal”, con los coros jadeando en primer plano. En “Babalú” se vuelve teatral para invocar conjuros de amor, sobre la cadencia percusiva de la música afrocubana. El imaginario del norte salteño aparece sobre la base programada de un carnavalito, que provoca un trance y es como una danza en círculos, en “El avenido”, una joya del Cuchi Leguizamón. Del álbum La misa criolla, de Ariel Ramírez y Félix Luna, un disco que estuvo en las casas de todas las familias en los sesenta, extrae “Gloria”, para cruzar lo divino con lo lúdico.
En cambio, con “Carnavalito del duende”, también del Cuchi, la cantante apela a lo urbano, al golpe del reggaetón, a la celebración en loop de su propio carnaval. Es apenas un anticipo del último acto, que se llama “Lxs Infernales”, un ritmo cargado del groove del bajo y la poliritmia de la percusión sobre la que cabalga la voz de Feli Colina, que repite en loop, “llegó para quien quiera, llegaron los Infxrnales bailamo’ la noche entera. Salió la luna llena, salieron Los Infernalxs pasamo la noche en vela”.
Así como carnavaleros del siglo XXI, hedonistas, desaforados y trasnochados, Lxs Infernales escarba en esa salteñidad y la cosmovisión de una América Latina en cueros, tan tercermundista como contemporánea. Es una mirada potente y feroz sobre la identidad, el tráfico de culturas, la vida nómade y urbana de una nueva generación. Es, principalmente, un disco de una artista que recoge los fragmentos de su historia y de una tradición musical, para descubrir su propia vanguardia escondida entre los cerros de Salta.
