MARIANA BARAJ PRESENTA VALLISTA EN ROSARIO

Música
20 de mayo de 2016

Lumbre: Fuego o materia
que arde con llama o brasa y que proporciona luz y calor.

Por Bernardo Maison

Cuando en el año 2002 Mariana Baraj lanzó su primer disco solista “Lumbre”, el país y el folclore estaban resurgiendo a un periodo de nuevos modos de crear,  ver e interpretar las tradiciones argentinas. Sin descuidar otros, podemos decir que tanto el campo de la política como el de la música empezaban a engendrar prácticas y propuestas que propiciarían también nuevos análisis, categorizaciones, asociaciones, frentes y reconfiguraciones. Esos cruces entre pasado y presente, entre el centro y las periferias, o, para ser más musicales, entre géneros habilitantes, modificaron nuestros formas de hablar de música, y claro que también, de política. Ahí cerquita quedaban el 2001, ahí cerquita latían los gestos de músicos y poetas que alimentaron los días antes del quiebre.

Con una historia familiar ligada a la música (Mariana es hija de Bernardo Baraj, compositor, y saxofonista pionero de La Cueva, integrante de Alma y Vida), y habiendo participado desde su adolescencia  en bandas de rock, fue en ese contexto de nuevas formas post 2001 en el que empezó a ofrecer al público argentino una trayectoria artística integral; disco a disco fue fusionando y metabolizando el repertorio popular argentino, el jazz, la percusión, el rock y la canción de autor latinoamericana y de otras partes del mundo, como sucedía a la par con una nueva generación de músicos argentinos.

A su debut discográfico Lumbre (02) le siguieron Deslumbre (05), Margarita y Azucena (2007), Música para niños (10), Florcita de Amancay (10), Churita (10); el disco en el que pasó de interprete a compositora, Sangre Buena (13) y su reciente séptimo álbum Vallista (2015), nominado a los Premios Gardel como Mejor Álbum Artista Femenina de Folklore y editado en el mes de Junio de 2015 en Japón acompañando una gira de Baraj por más de 20 ciudades de ese país. 

Junto a su toque de percusionista tan potente como expresivo y sutil, mostró de entrada el trabajo interpretativo de una voz que podía reposar tanto en los recursos del jazz como en los cantos tradicionales del norte argentino. Se asoció en algún momento a Lisandro Aristimuño como productor para seguir experimentando sonoramente y ampliar su cancionero con compositores de Chile, Bolivia, Cuba, Kenya, Armenia y EEUU, y luego viró a la canción folclórica Latinoamérica de coloratura e identidad pop.

En Vallista, la mirada y el homenaje está puesto en el paisaje que la rodea, ya que desde hace seis años vive en Cerrillos, pueblo distante 15 kilómetros de Salta. Allí aparece el universo de las mujeres que habitan ese territorio cotidiano junto a los recuerdos íntimos. Mariana les canta a las mujeres norteñas que ve pasar rumbo a la iglesia, a las que venden sus panes y tortas en la calle, le canta también a la memoria de su abuela santiagueña Paulina.

“Una tarde estaba sentada en la plaza del pueblo y las veía pasar, cuando ya empieza la hora de la misa y hay como un standard de situaciones, en un horario determinado. Tengo la imagen de ellas muy asociada a la de mi abuela materna, que era santiagueña. Pensaba en mi abuela Paulina, que murió sin conocer el mar, y me quedó dando vueltas esa historia… Cuando las veía, pensaba si alguna vez conocerán el mar, y así salió la canción. Luego aparecieron historias y situaciones que están muy naturalizadas en la región, con respecto a la mujer”, dijo Baraj.

La letra de “Mujer vallista” canta: “Mujer vallista no necesitas de maquillajes, simple es tu viaje. Mujer vallista viviendo al día, manos que amasan, años que pasan. Plaza de pueblo, preparas sonriente tortilla en rescoldo y yo me pregunto si alguna vez conocerás el mar”. 

En el disco compuesto, producido y grabado íntegramente por ella, su amplio set incluye instrumentos autóctonos originarios de percusión, charango, cañas silbando; loops, efectos y su voz. Gustavo Santaolalla es el único invitado del álbum en la bellísima “Aguacero”. “Mientras la escribía pensaba en las coplas y quería que lo cante Gustavo. Le escribí, le mandé la canción, la escuchó y me dijo que sí”.

“Vallista es un término muy específico, que nombra a la mujer del Valle de Lerma, o de los Valles Calchaquíes. La canción Mujer Vallista, precisamente describe a esas mujeres con las que interactúo todo el tiempo. Son ellas quienes me venden las empanadas, las que están en la plaza haciendo las tortillas de rescoldo, y las que cantan las coplas. Mujeres con las que empecé a sentir una gran identificación”, dice Mariana.

En vivo

Este sábado 21 de mayo a las 21 hs Mariana Baraj presenta Vallista en Berlín (Pje Simeoni 1128). En la previa del show habrá una entrevista realizada por Perry, conductor del programa La Canción del país

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