¿LITERATURA ROSARINA O LITERATURA HECHA EN ROSARIO?

El poeta francés Stephane Mallarmé afirma en algún lugar que “en todo pueblo existe un joven dispuesto a hacerse despedazar por sus versos.” En síntesis: en cualquier lugar hay mujeres y hombres cuya existencia está atravesada por la literatura.

Lo que se conoce como literatura argentina traza un arco que va desde la pionera Historia del nacionalista Ricardo Rojas, pasa por El escritor argentino y la tradición de Borges y llega hasta la revisiones del canon hechas por los intelectuales universitarios en los últimos cincuenta años. Una misma tensión atraviesa este arco: la casi sinonimia entre literatura argentina y literatura porteña o rioplatense.

Preguntarse por la existencia de una literatura -sea iraní, taiwanesa o rosarina- es más bien afirmar que esta existe y, en todo caso, el interrogante quiere conocer el modo de ser, las y los escritores y la historia de tal o cual literatura. Un abanico de nombres se agita entre quienes han escrito y escriben en nuestra ciudad: Rosa Wernicke, Felipe Aldana, Fausto Hernández, Jorge Riestra, Noemí Ulla, Hugo Diz, Juan Martini, Roger Pla, entre tantas otras firmas. Poetas, narradoras y narradores con mayor o menor circulación, con obras más o menos leídas integran el grupo dispar que, a lo largo de la historia de Rosario, han leído, escrito y vivido aquí.

Si aceptamos, como dijera el cubano José Lezama Lima, que “el paisaje crea cultura” ¿qué sabemos de la relación entre la urbe rosarina y la literatura que se produce? ¿Nos arriesgamos a afirmar una “rosarinidad” en prosa y en verso? Y, si así fuera, ¿quiénes fueron los que captaron esto en un momento histórico concreto, en una frase o una estrofa?

El periodista y narrador rosarino Osvaldo Aguirre, quien dicta un ciclo de charlas sobre este asunto, nos acompaña para despejar esas preguntas y, acaso mejor, plantear otras nuevas. Hoy en Un largo etcétera: “¿Literatura rosarina o literatura hecha en Rosario”

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