¿Cómo se toma una decisión? Hay quien dice que las decisiones más importantes son las más fáciles de tomar, o las que se toman más rápido, o las que directamente se toman solas, o algo así… Es una idea difícil de sostener, da por sentado que existen decisiones trascendentales y otras que no lo son, y en ese caso ¿cuántas decisiones pequeñitas que tomamos sin darnos cuenta nos llevaron a enfrentarnos con la gran decisión?
La protagonista del último libro de Pauline Fondevila, Cinco días en Colón (Iván Rosario, Rosario, 2018), está por tomar una determinación que nunca llegó a plantearse como tal. Vive en Barcelona, pero está de paso en Rosario, Argentina, “por una mezcla de asuntos laborales y personales”. Cuando un amigo le ofrece su casa familiar en la localidad entrerriana sobre el río Uruguay para pasar unos días, no duda en cambiar la fecha de su pasaje de vuelta a Europa y acepta. Es el inicio de un viaje dentro de un viaje, de un paréntesis dentro de otro paréntesis, que no sabemos si se va a cerrar alguna vez.
“No fue un plan, ni un proyecto, ni siquiera algo que había querido o que estaba buscando. Solo se presentó esa posibilidad una noche de invierno en la casa de A., y no la descarté”. Esas líneas, con las que abre la novela, marcan el método con el que de ahí en más se van a encadenar los acontecimientos narrativos. No hay plan, es verdad, pero eso no significa abandonarse perezosamente a la inercia sino todo lo contrario: estar con las antenas paradas para no pasar de largo frente a los tesoros que nos pone adelante el azar, que como dice Agustín González en la contratapa del libro, “no es otra cosa que el destino disfrazado”.
Escuchá la columna en la radio sobre el libro!