Por Julia Enriquez
Una vez escuché a un experimentado editor decir que: para que una persona compre un libro, tiene que haberlo visto al menos 7 veces. Es una premisa un tanto excéntrica o incomprobable, pero suena sensata: te cruzás con cierto título en las vidrieras o exhibidores de las librerías, después en una reseña en el diario, quizás hasta en una entrevista en la tele, algunxs amigxs también lo mencionan, y así es probable que finalmente lo compres. Pero existen otros tipos de ediciones que nos dan oportunidades más puntuales para adquirirlas, ya que se mueven en canales alternativos: debemos ir rastreándolas, averiguar por dónde circulan, o quizás nos las topamos de una manera más fortuita o inesperada. Son publicaciones con un aura especial: son testimonio de un encuentro.
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“Tantas veces” de Maxi Masuelli, por Menta Zines
Menta es un sello de fanzines que lleva adelante la poeta y docente Florencia Giusti, nacida en Rosario en 1989. Cada zine presenta una resolución específica respecto al formato, tamaño, material, color, tipografía. Hay poemas, cuentos e ilustraciones en estas ediciones disímiles que a su vez arman una lúdica serie (incluso hay uno que se puede armar como una casita).
El lanzamiento más reciente es Tantas veces, una dupla de fanzines desplegables (o “una plaqueta doble”, como la describe Florencia, priorizando la unidad entre las piezas) con una selección de dibujos y pinturas de Maximiliano Masuelli, prolífico editor y artista rosarino, alguien con tantas habilidades que sería difícil clasificarlo. Estos zines reúnen obras realizadas a lo largo de los últimos diez años, muchas ahora en colecciones particulares. Fui a buscarlos el día de la presentación, una tarde amigable en Ivan Rosado, a fines de 2021, con el verano asomando.
La editora explica el origen de esta edición doble: Le propuse a Maxi recopilar algunos de sus dibujos, en principio para una sola plaqueta, pero surgió la idea de un zine que tenga también sus pinturas. En la presentación incluimos un sobre con un dibujo original del autor, que juega con la idea de obra en un formato transportable. La idea de obra accesible es algo que me gusta mucho y creo que trasluce el concepto de la editorial.
Los sobres con dibujos originales en birome son aquellos sobres blancos para CDs. Quizás ese formato musical esté en declive pero su packaging logró sobrevivir para nutrir a la edición artesanal. Cada cara de los zines atesora una exquisita obra, y en el reverso nos regala un fabuloso póster. Son de esas ediciones que no proponen una forma estática, sino que se abren como un caleidoscopio, para que las despliegues en la estantería o las cuelgues en la pared, y te hagan feliz el resto de tus días.
Respecto al propósito que motiva la labor de Menta, Florencia define: La idea del sello es intervenir en la edición en forma colaborativa, a veces en la producción y maquetación del zine, otras para motorizar la idea del autor. El fanzine es un soporte tan abarcativo que permite trabajar con diversos formatos y materialidades. El catálogo intenta aportar al campo editorial de la zona esta forma de trabajo: soportes múltiples, tanto analógicos como digitales, y equipos que se van formando a medida de que las curiosidades se van manifestando.
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“Magia inútil” de Daiana Wuerich y “El desamor es un lujo por el que no llego a fin de mes” de Celina Racca
Ya en pleno verano, fui caminando una tarde por el centro, corroborando la dirección anotada en mi celular, hasta llegar al edificio correcto y tocar timbre. Daiana Wuerich apareció en el palier con una sonrisa contagiosa y un paquetito, que contenía su libro de poemas y el de Celina Racca (además, al abrir los libros en mi casa, descubrí unas adorables florcitas secas que me daban la bienvenida a la lectura). Ambas poetas son a su vez coequipers en Librería Sudestada, que funciona online y garantiza pronta entrega.
Los primeros libros de unx poeta encapsulan un desborde inaugural, que por definición no se repetirá; eso no debe apenarnos, simplemente debemos estar agradecides de que suceda. ¡Vivan los primeros libros! Una voz que se arroja y se integra a una conversación eterna, esa logia transhistórica que forman les poetas. Magia inútil de Wuerich (Rosario, 1999) y El desamor es un lujo por el que no llego a fin de mes de Racca (San Genaro, 1993) nos ofrecen textos elaborados como paraísos en miniatura, o infiernos, según el ánimo o recuerdo que los impulse. Ambos libros llevan de portada fotografías analógicas en blanco y negro, capturadas por Daiana. Ella intenta sintetizar el trabajo que significó materializar este deseo compartido:
Teníamos inicialmente una idea que era hacer un pdf con poemas de ambas para distribuir. Un poco para pasar de darnos a conocer con poemas en Instagram a algo un poco más estructurado. Siempre tuve muchas ganas de hacer un fanzine. Había participado de algunas publicaciones colectivas pero no tenía una publicación que reuniera mi trabajo. Celi es correctora y tiene experiencia editorial, y yo de corrección-curaduría, porque ya hicimos Flor de Búnker en el 2020, con Aresa Producciones, que es un proyecto de ella. Entonces la idea del libro como objeto y los pasos que llevan a lograrlo no eran tan lejanos en la práctica.
Una vez que empecé a “curar”, por así decir, material mío, me di cuenta de cuánto tiempo y cuánto trabajo llevo invertido en mi producción poética. Y para buscar ideas para diseñar la tapa, revisé mi archivo de fotografías analógicas. Me pasó, al ir para atrás en ambos formatos, que lamenté no haber valorado la forma en que miraba y la forma en que escribía, y no haber hecho algo “útil” con eso.
Le llevé la idea a Celi, le dije literalmente: “Amiga, yo quiero hacer un libro”. Y así llegamos a la idea de libros mellizos. Corregimos detalles de los poemas, el orden, las fotos definitivas, aprendimos con cursos de internet a maquetar, algo que se había tercerizado en el caso de Flor de Búnker. Celi se encargó de todo lo que es los legales y coordinar con la imprenta. Yo mientras terminé de diseñar los flyers y configurar la preventa, la única manera en la que se podía gestionar y financiar la idea. Ambas trabajamos en Librería Sudestada y tenemos otros trabajos para poder sustentarnos, así que todo fue a pulmón y en los ratos que podíamos.
La transparencia en las palabras de Daiana me hace pensar que las ediciones artesanales son también una forma de valorar el mundo propio, y de expandirlo, para que esa intimidad se transforme en compañía. Toda una generosa hazaña.
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“¿Cuánto vale una canción?” de Imaginario
La pregunta que constituye el título de este libro es la que se hace todos los días Martín Miguez, músico y productor nacido en Rosario en 1997. Él es la voz en Jimmy Club, banda de psicodelia experimental y búsqueda introspectiva, activa desde el año 2015, que editó los discos Aviones de Papel (2017), Bestiario (2019) y Bestiario Remixes (2020). Actualmente Martín estudia Composición en la Escuela de Música UNR y es columnista de cine por radio.
Bajo su proyecto personal llamado Imaginario ha publicado los EPs Medusas en el Jardín y Música de Cañerías (2018). Ese otro yo ahora se manifiesta también en forma de poemas, reunidos en un volumen que lleva un arte de tapa especialmente realizado por Lucía Feroglio. Ya está disponible en las librerías Oliva, Arde, Craz y Laguna.
En esos poemas, nos encontramos con una voz severa pero gentil, casi fatalista pero muy confortadora. Si bien está habituado a interpretar sus canciones en un escenario, Martín reconoce la vertiginosa vulnerabilidad que representa hacer públicos sus escritos. Respecto a la decisión de armar su propia edición, comenta:
Siempre supe que alguna vez iba a escribir y publicar un libro. “¿Cuánto vale una canción?” es un pequeño poemario en el que intento buscar una verdad en un mundo en el que las verdades no importan si no son compatibles con las plataformas de streaming. Una búsqueda por revalidar aquellas canciones que nos hicieron mejores personas, que nos hicieron soñar con un mundo algo menos mezquino. También están allí algunas frustraciones personales, que a los demás poco les importan, je, y es justamente por eso que se transformaron en poesía. Porque la poesía, a diferencia de la música, no siempre es discutible. A veces solo se siente.
Mi relación con la escritura está estrechamente ligada a diferentes momentos de mi vida. A los ocho o nueve años le escribía poemas muy cursis a la chica que me gustaba en la primaria. Nunca le mostré ninguno. A los trece o catorce años quise escribir mis primeras canciones y armé una banda. Sonábamos horrible y las letras eran aún peores. Por suerte esa banda debe ser de las pocas cosas de las que ya no queda registro, ni siquiera en YouTube.
Durante los últimos años de mi adolescencia, ya casi entrando en la facultad, empecé un blog anónimo que con el tiempo dejó de serlo. De un día para el otro, dejé de publicar en él y mis últimas ficciones y cuentos quedaron ahí, congelados en el tiempo... Publicar este poemario no fue fácil. Compartir sentimientos tan crudos con el resto puede hacerte sentir muchísimo miedo.
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“Diario de una escultura” de Julia Levstein
Apenas abrió su temporada 2022, visité la Biblioteca América Elda Nancy, ubicada en el barrio del Abasto. Me recibió la artista Julia Levstein (nacida en Córdoba en 1991) quien lleva adelante el espacio junto a Federico Gloriani. Soy socia de esta biblioteca desde su año de apertura, el temible 2020, con todos los esfuerzos que ese año de apertura implicó. Sus propuestas incluyen muestras, residencias y talleres, pero esta vez fui especialmente a adquirir la edición que Julia armó.
Ella narra cómo la edición fue más bien un resultado sorpresivo, y no tanto un plan premeditado: “Diario de una escultura” empezó siendo un pdf sobre el proceso de armado de una escultura, para la que estaba experimentando con circuitos de agua y pulpa de papel. En ese pdf incluía bocetos, pequeños textos, imágenes de los resultados de la exploración con la pulpa, los moldes y los circuitos de agua, y referencias a obras de otras personas. La intención era poder darle a conocer a las curadoras de una muestra cómo estaba pensando esa escultura sin tener la escultura armada y sin que puedan venir a visitarme al taller porque vivíamos en distintas ciudades. Este rejunte de fragmentos comenzó a cobrar cada vez más importancia en el armado de la escultura. Me interesaba mucho hablar de algo que aún no existe, una escultura aún sin cuerpo.
En el 2021 me invitaron a hacer una muestra acá en Rosario, en la galería Crudo. Aproveché que en la publicación no hay imágenes de la obra terminada para tomarla como una especie de guion o partitura para múltiples posibles esculturas. Realicé una nueva a partir de esa base, que fue la pieza central de esa muestra, a la que titulé “Diario de una escultura y otros relatos”, curada y editada por Lucas Di Pascuale.
En la muestra, la publicación estaba presente no como un objeto más en la sala. Sería limitar mucho las posibilidades y amabilidades que trae una publi, de poder leerla en cualquier lado. Preparé un espacio de la sala con banquetas que estuvieron desde el primer hasta el último día de la muestra, para la presentación que realicé junto a Ernestina Fabbri. La publicación entonces es una manera de traducción de una escultura al papel.
Un frágil papel envuelve la cubierta de cartón. Resulta encantador que el material más débil sea el que cobija al resistente. En una de las páginas, se lee: “Más parecido a un paisaje que a una máquina”. Eso también puede servir como definición de la edición artesanal. Para conseguir una de las 100 copias numeradas (impresas en riso a dos tintas, negro y naranja) pueden acercarse a la Biblioteca América Elda Nancy, ¡y también aprovechar para asociarse!
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“Si me avisa en 5 estoy” de Sol Fernández
Hace poco, en la cuenta regresiva hacia el fin del verano, pasé por la casa-taller de la artista Sol Fernández. Fui a buscar el zine Si me avisa en 5 estoy. Esa frase también resume la dinámica con la que activamos el cruce: espontaneidad fanzinera en plena potencia, le escribí preguntándole si estaba en su casa, me respondió que sí y salí raudamente a por mi copia. Había visto en su Instagram que el zine saldría junto con una nueva serie de cerámicas (afortunadamente pude hacerme de una antes de que se agotaran a las pocas horas de ser anunciadas). Recientemente Sol inauguró su propia tienda online donde se consiguen sus publicaciones, cerámicas, prints y obras originales.
La artista nació en la localidad santafesina de Maciel en 1990. Desde 2008 vive en Rosario, donde trabaja como gestora cultural. Cursa el Profesorado en la Escuela Provincial de Artes Visuales. Coordina el taller experimental L.A.V.A. en horario vespertino, “un sueño de una noche de verano”, como ella lo enuncia.
Conocí a Sol a través de sus cautivantes pinturas, y luego fui descubriendo más manifestaciones de su curiosa voluntad creadora. Ella sabe que un fanzine es sacarse una manija. Ya hizo uno hace un par de años y ahora confeccionó este (disponible en la librería amiga Arde) con un título que remite al verso de L-Gante, pero recobrado en clave amigas y michis (¿amichas, amichis?), según explica:
“Si me avisa en 5 estoy” es mi segundo zine. Los dibujos fueron pensados y realizados en 2021 en un momento en el que estaba desbordada por la facu y las obligaciones en general. Necesitaba despejarme y hacer cosas divertidas así que las amigas fueron las grandes salvadoras. Me gustaba mucho alguien también y en ese momento fue un empuje para ponerme a dibujar.
“Invitame a dormir a tu casa”, mi primer zine, era más bien una forma de cuestionar las formas de relacionarnos con el otro, o por lo menos de exponerlas. Entonces hay una carga un poco más solitaria y pesimista, como si el fin de algo se viniera. Este nuevo zine tiene una energía distinta, de poca reflexión, mucho active, tal vez. Lo veo más alegre, más liviano que el anterior. Hay una mezcla de cosas que me generan bienestar, en un póster bien en grande dos amigas con michis, en representación de todas mis amigas y todos nuestros michis.
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Creo que antes se llamaba “ediciones artesanales” solo a aquellas cosidas a mano por el mismísimo editor (como si acudir a una imprenta fuera una blasfemia). La artesanía abarca más tareas que la fabricación. El modo de circulación y difusión también es lo que hace que una edición sea artesanal. El mano en mano: es probable que para conseguirla, termines encontrándote con la persona que la produjo. Les lectores deben ser detectives salvajes activxs, y no solo consumidores de la novedad de turno. Una búsqueda del tesoro: rastrear esas ediciones en canales alternativos, circuitos pequeños y difusos, a veces hasta inestables, pero muy fervorosos.
Por cada persona que existe, hay una forma de armar una edición. Si bien hay muchas cualidades comunes, también hay detalles y toques singulares. Innumerables autores y editores autogestivxs, acompañadxs por pequeñas y medianas librerías, constituyen un universo sumamente entusiasta que, más que con la clásica lógica “hazlo-tú-mismx”, se configura a partir de la feliz consigna “hazlo-con-amigxs”. Con unas colegas preferimos el término “amigxdidacta”, y no simplemente “autodidacta”, porque la edición artesanal o independiente no es una tarea individual, sino una gesta colectiva, intuitiva y amorosa.