Sección sobre poesía argentina en la que diversos/as poetas recomiendan obras actuales e históricas del género: desde las preferencias y pasiones personales a aquellos títulos considerados clásicos en la poesía de nuestro país. Alejandra Benz elige poemarios de Beatriz Vignoli, Damián Ríos y Santiago Venturini.
* Por Alejandra Benz
Árbol solo, Beatriz Vignoli
(Ivan Rosado, 2017)
Arbol solo es un libro pequeño, breve, de la gran tradición de libros de poemas que hay que engordar para que tengan un lomito. En mi biblioteca lo tengo ubicado de frente junto algunos otros como cuadros que van rotando en una exposición de mi curaduría afectuosa. Así los tengo más a mano y no naufragan entre volúmenes anchos que se autoimponen.
Los poemas de este libro son una demarcación de imagen corpóreo subjetiva yo/no yo yo/sus mundos donde la plata, las horas, las demandas y las autoficciones se van enredando.
//Salir derecho. Subir lo que se baja. Habitar la frontera. Justo en el borde, pero no marginal: ni adentro ni afuera//
El poema que abre es un gran hit (hasta fue grafitti) a contrapelo de su sentencia, esos que rechazan son los que festejan, en un giro 180 porque es incontestable, es un manifiesto contradevocional. Beatriz se desmarca y nos pega una ubicada vital y literaria a todos.
Leanla! Y paguenlé su peso en diamantes.
Como un zumbido, Damián Ríos
(Gog y Magog, 2008)
Este libro fue quizás uno de los primeros que me animó a repensar mi escritura, a creer en la posibilidad de una voz, de otras cadencias, de otra poesía posible.
//Nada que agregar a la sospechosa
acumulación de letras té
en las partes del poema que más
Me gusta releerte
Releerte: descansar.
Pienso mucho.
Este es un tiempo en que me dejo pensar.
Días blancos, despabilados, enteros
como un zumbido.//
Zumban estos poemas en vibrato hacia el centro de mi corazón. Damián es un gran poeta, no tengo mucho más que decir y es un montón.
En la Colonia Agrícola, Santiago Venturini
(Ivan Rosado, 2016)
Santiago es un escritor de ensueños, él no lo sabe pero yo fantaseo con ser su doble, su gemelo, su versión en negativo, evil Santiago Venturini. A este libro lo entiendo con el cuerpo y con la historia. La colonia agrícola es Esperanza la ciudad en la que ambos nacimos y dejamos atrás. Me resulta difícil no conmoverme en ecos significantes que solo da la geografía de cuna.
//el humo de los chorizos sube al cielo como la ofrenda de los inmigrantes que cayeron en unas hectáreas de la pampa y tardaron cien años en levantar una ciudad//
Igual a no confundirse, lo anterior es mi declaración de amor personal, cierto es que estos poemas revelan en su clave universal el territorio más polémico que tenemos: nuestra infancia y sus recurrencias.
*Alejandra Benz. Nació en Esperanza, Santa Fe. Vive y trabaja en Rosario. Es psicóloga, equinoterapeuta, gorda, lesbiana y forma parte de los colectivos artísticos Yarará y Loviar & Roskiar. Publicó con Editorial Iván Rosado: Torta Alemana (2012), Un rato de diversión (2013) y La edad de Eva (2016). En dupla con Agustín González escribieron Qué bajo hemos caído, poemas que charlan como amigxs: se agradecen, se cuestionan, se ríen de sí mismxs.