Una mañana en la sala Alfred Jarry
Omar Serra, el último under
Por Juan Pablo Funes
La camisa del actor, una silla y una pequeña mesa sobre una alfombra son una mera formalidad para delimitar el espacio, algo figurativo, el vestuario de una escena. No es necesario más, Cristian Marchesi ocupa la sala entera, aunque su presencia corpulenta no choca con nada. Por el contrario, sus movimientos armonizan con su dicción, los tonos, los parlamentos locuaces con los que se expresa.
Esta obra plasma lo que viene proyectando Rody Bertol sobre los escenarios: textos con poder, profundos y furtivos, íntimos, centrales. Se vale de pocos recursos para destacar ciertos momentos, dialoga con la luz y la música, con franqueza.
A principios de los 90´s, Bertol y Alberto Ure (1940-2017) trabajaron juntos para subir a escena “Edipo Rey”. Una experiencia que transformó la visión del director local y daría nacimiento al grupo teatral Rosario Imagina. Una compañía que lleva ya 30 años de trayectoria y decenas de obras presentadas.
En abril de 2023, junto a las compañías independientes Esse Est Percipi, Bisagra Teatro y La Estación, constituyen un espacio, un modelo de producción y tradición teatral, basado en la grupalidad y el intercambio: “La orilla infinita”. La sala, que está ubicada en República de la Sexta, recepciona el estreno nacional de URE. Un provocador entrañable y completa el arco que se inició desde aquella piedra basal lanzada en 1991. Una obra que homenajea el legado de “el gordo”, como cariñosamente lo apoda Bertol.
En la dirección conjunta, Bertol y Guillermo Calluso toman fragmentos de los textos de Ure, realizan un collage exquisito, un texto mayor que compone la voz del personaje. La sólida interpretación de Marchesi, divertida, irreverente, profunda, recrea al personaje, lo escenifica por fuera del “símil”, logrando poner la caracterización en diálogo con el público.
¿Pero quién es Alberto Ure?
Alberto Ure se hace extrañar desde el año 2017. Comenzó su carrera como dramaturgo en los 60, se exilió en el 76 y retornó en los 80, luego de trabajar en España y Brasil, para marcar a toda una generación, posdictadura. Su labor grafica el mundo de teatro, el nuestro. Lo ubica prodigiosamente en tiempo y espacio con áspero argentinismo porteño. No relame las páginas de textos extranjeros. Es un creador de aguda visión, un maestro que se aparta del gusto dominante, confronta con ironía y gracia. Incluso, conceptualmente sobre el trabajo de la escena teatral expresa que es “Un trabajo serio”, pero no tanto.
"En la Argentina de hoy parecería que no se puede mostrar a alguien sin herir susceptibilidades demasiado frágiles. No se pueden mostrar militares, ni homosexuales, ni izquierdistas, ni diputados, ni nadie con algún poder organizado, porque se sienten afectados. Si a algún inconsciente se le ocurre hacer Coriolano en serio, va a protestar hasta Ubaldini. Por suerte, Buenos Aires es una ciudad muy grande y hay una minoría flotante que todavía se pregunta sobre sí misma porque sabe que el verdadero terror no es la duda ni la discusión sino su ausencia" (Sacate la careta, Alberto Ure, 2003).
Como un estandarte aullando contra la ausencia y el olvido, esta obra recaba de los textos de Ure aquello que desentraña el sentido teatral para ponerlo en esa dirección. Nos relata su visión sobre la actuación y los actores, la dirección y el director, lo atrapante de este arte equiparándolo con el inexplicable sentir del enamoramiento, el motivo que mece al género teatral como lo anecdótico para sobrevivir, ubicándose del otro lado de la orilla de la materia negra de la realidad.
URE. Un provocador entrañable. Domingos 8, 15 y 29 de octubre a las 20 horas en La orilla infinita, Colón 2148. Reservas al 341 6046338 o mediante www.laorillainfinita.com.ar
