Fragmento de Autorretrato, 1938, Antonio Berni
Guillermo Fantoni habla con entusiasmo al otro lado del teléfono y contagia ganas de ir a visitar El realismo como vanguardia. Berni y la Mutualidad, la muestra que curó en Fundación Osde (Oroño 973) . Este profesor de Arte Argentino en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, con una trayectoria y un curriculum que se inaugura a “fines de la década del setenta”, cuenta que “lo producido en Rosario y lo expuesto en esta muestra – “la mas difícil que he curado”- podría estar en cualquiera de los museos del mundo”.
“El realismo como vanguardia”…, que permanece en exposición hasta el 18 de mayo, reúne más de cien obras entre pinturas, dibujos, grabados, esculturas, fotografías, y documentos de los artistas rosarinos que nucleados en la experiencia de la Mutualidad, posicionaron a la ciudad en el mapa del arte argentino. En esta charla Fantoni se detiene en los casos ilustres como el de Berni (“el gran pintor argentino, que ha sido canonizado en estas últimas décadas”), Juan Grela, Leónidas Gambartes, y “otros artistas muy conocidos por su nombre” (Ricardo Sivori, Andrés Calabrese, Anselmo Piccoli) “pero cuya producción de ese momento no se había visto en forma ampliada como se ve en esta muestra. Uno pude ver obras que nunca fueron vistas, nunca fueron exhibidas, y producen un impacto tremendo en la gente”.
“Siempre me interesó el arte y fundamentalmente el arte de Rosario”, explica Fantoni. “Cuando miro museos Europeos lo hago desde el punto de vista del Arte de Rosario. Recojo una enseñanza fabulosa de Juan Grela que él siempre se burlaba de los cursis rosarinos que conocían el Museo de Arte moderno de New York (MoMA)), el Pompidou de París (Francia)o el Louvre y no habían visitado los museos locales”.
VOLVER A CASA
Hace más de ochenta años hubo un contexto y situaciones particulares que propiciaron el nacimiento de lo que hoy es visto como un hito: la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos (1934-1936). En 1932 Antonio Berni regresaba de Europa con una “experiencia estética que transfiere a un grupo de jóvenes que estaban políticamente motivados”, el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, visita la ciudad y colabora en encender el fuego creador y esta serie de artistas “estaban muy atentos al mundo, no solamente a Siqueiros y su metodología, sino también a una cuestión estética que venia de Alemania”
“En ese momento en Alemania se lanza el realismo mágico, que es una tendencia realista a través de la cual se representaba el mundo de la vida cotidianidad, del trabajo, los aspectos más sencillos de la vida, pero siempre hundidos en el misterio, en el extrañamiento, en un clima de irrealidad y ensoñación, y eso fue impactante para este grupo” dice el autor de “Berni, entre el surrealismo y Siqueiros” (Beatriz Viterbo), trabajo que será presentado el próximo 7 de mayo.
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ESCUELA-TALLER
“La Mutualidad es una agrupación que se genera por el impacto que produce Siqueiros en su visita a Rosario y la idea es que ese agrupamiento gire en torno a una escuela-taller donde se impulsara una creación de obras, por fuera de las metodologías académicas, siguiendo una nueva forma de enseñanza”,explica Fantoni y amplía: “Esto es: usar apuntes fotográficos, o modelos vivos en movimiento iluminados por luces muy potentes que producían sombras igualmente impactantes. Trabajar en grandes formatos, usar sopletes de aire y pigmentos
industriales y trabajar a varias manos. Entonces esa escuela-taller fue una fragua de donde salieron cosas impresionantes. Eso que uno ahora ve en el Malba o en otros museos, como “Manifestación”, “Desocupados” “Medianoche del mundo”, eso fue producido en Rosario y los escenarios de esas obras son escenarios rosarinos, que se lo que no se sabe”.
“Era una vanguardia la mutualidad. Berni llega con una experiencia muy importante y siendo muy joven de Europa y esa experiencia estética él la transfiere a un grupo de jóvenes que estaban políticamente motivados, y que si bien no tenían esa experiencia estética, sí tenían experiencia política en luchas sindicales en los años 30. La mayoría eran afiliados al partido comunista o participaban de grupos antifascistas o antibelicistas. Había elementos comunes desde el punto de vista ideológico.
¿Prendió un fuego ahí?
Sí, un fuego creador que encendió un movimiento que fue señero en el país. Fue admirado desde Buenos Aires y ahí Rosario tiene un protagonismo muy marcado. Vos pensá: llega Siqueiros a Rosario, de alguna manera impulsa la creación de esta mutualidad que giraba en torno a una escuela- taller a la que asistían numerosísimos jóvenes. Y lo secundaban (a Berni) un conjunto de artistas que si bien no tenían su experiencia habían tenido una formación académica importante y lo auxiliaban como corrector e n ese taller. Algunos tenían un dominio que no se puede creer.
VER LOS REAL
El investigador logró reunir todo el material para la muestra luego de buscar en reservorios familiares, particulares, y de ciertos museos. Este trabajo que reconoce “como el mas difícil” que ha realizado en el sentido de ubicar cada una de las obras, le genera igualmente enorme satisfacción.
“Vos entrás a la muestra y ves un retrato de un linyera inmenso pintado al temple por Ricardo Sívori que te quedas admirado. Y aun hoy, a ochenta años de que esa obra fue pintada, sigue produciendo y sigue suscitando. Yo me asombro como cualquier espectador que entra a la muestra porque muchas obras las había visto solamente en reproducciones en blanco y negro de viejos catálogos, o viejas paginas de diarios y revistas de la época. Imagínate lo que es entrar a una muestra y ver todo eso en sus colores reales, escalas reales.
¿Dónde se encontraban estas obras, cómo las fuiste ubicando cada una?
Mirá… fue la muestra mas difícil que he curado (risas).
¿Si?
Claro, porque a medida que vos vas más atrás en la historia es más difícil conseguir las obras, es mucho lo que se ha perdido. Mucho se ha perdido por su carácter político y por lo tanto efímero e inestable. Mucho se ha perdido por los avatares de las biografías personales y familiares y mucho porque no estaba disponible. Es decir, yo no puedo traer La Manifestación (Antonio Berni. 1934. Temple sobre arpillera. 182 x 248. MALBA. Buenos Aires) porque eso seria imposible desde el punto de vista económico e institucional…por los seguros. No se pueda pagar seguros por dos millones de dólares.
Última foto de la nota. Guillermo Fantoni, curador de la muestra. Extraída de lacapital.com.ar