En su poema “Anécdota de los hombres de a miles” el norteamericano Wallace Stevens compuso estos dos versos: “Hay hombres de una provincia/que son esa provincia”. A pesar de la potencia del resto del poema, sería injusto reducir a Marcos Apolo Benítez (o a su obra publicada) a su tierra natal, Chaco.
Benitez, nació en Juan José Castelli en 1983 pero reside en Rosario desde 2001. Editó dos libros: Chaco. Odio en el impenetrable y La paliza. Es psicoanalista, y ha dado charlas sobre las relaciones entre los saberes de la literatura y el psicoanálisis.
Una posible condena parece pesar sobre la ya condenable etiqueta de “escritor del interior”: el costumbrismo. Literatura for export hacia los centros comerciales y culturales de nuestro país, el costumbrismo se entretiene en ofrecernos una postal decorativa de un lugar que no conocemos ni tampoco lo haremos mediante estos términos. Los dos libros de Benitez practican un realismo desembozado, lejos de cualquier folklorismo fácil u oficina de turismo.
Se suele excluir a la imaginación si se habla de realismo. Es el truco de los manuales y las clasificaciones. En Chaco. Odio en el impenetrable, primera obra publicada por Benitez en 2015 bajo el sello Santiago Arcos Editor, una imaginación furiosa nos muestra un friso de la vida social chaqueña mediante el recurso cómico de la exageración. Esta obra, suerte de libro de viajes escrito por un exiliado, recorre territorios, tipos y prácticas sociales donde el horror de la realidad es la premisa pero la risa su punto de vista. Oigamos apenas dos frases de Chaco: “Si Dios atiende en Buenos Aires, Satanás en el Chaco”. “Mientras en África se muere de Ébola, en Chaco se muere de embole”.
En La paliza, nouvelle editada este 2017 por Paradiso, el territorio es el mismo pero narrado de otra manera, con un humor atenuado. Desde una primera persona, un niño nos cuenta las desventuras de la infancia chaqueña. Ni el narrador ni los personajes tienen nombre propio: por aquí desfilan, entre otro, los abuelos Bueno, la abuela Mala y la tía Araña. Con maestría, la voz narrativa va develando las relaciones familiares y económicas de su familia y el pueblo donde vive. La paliza puede ser una historia sobre la espera o la posibilidad del escape.
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Marcos Apolo Benítez en la radio
Algunas respuestas
"No me preocupa cómo son leídos (los libros), la intención es que puedan soportar distintas lecturas, por lo menos esa es la intención de la escritura. Entonces el lector se puede plantear si es costumbrismo o qué clase de costumbrismo".
"Chaco si bien es una provincia, en la escritura es un significante, en el primer libro. Ya raro, porque Chaco es un nombre raro en este país, cargado de mucha imaginación, pero a la vez es un lugar inhóspito y muy desconocido. Porque además del Encuentro Nacional de Mujeres a qué carajo querría ir la gente a Chaco. A hacer beneficencia al impenetrable, pero una semana y después salir corriendo. (…) Chaco no deja de ser una metáfora".
"Más que rechazo es una crítica a muchas cosas. Si yo me paro en contra de algo al momento de escribir es contra la demagogia y cierta idealización. La idealización del tratamiento del pueblo en la literatura, de las costumbres, de ciertos tópicos en la literatura. Incluso los tratamientos del odio en la literatura que son bastante edulcorados. Voy contra todo ese maquillaje y ese bienpensantismo y lo políticamente correcto del decir. (…) Recuerdo que en el contexto político que yo lo escribí (Chaco. Odio en el impenetrable), el discurso ambiente estaba saturado de demagogia. Es el último libro del Kirchnerismo. Lo que no quiere decir que el libro sea Kirchnerista ni anti- Kirchnerista".